Elsa Marincovich. Arte y Poesía.

Blog personal de Elsa "Tita" Marincovich donde publica sus obras: pinturas, escritos y poesía.

martes, 13 de marzo de 2012

La inmigración

De Croacia a la Argentina 1880
Frane Marinkovic
Kata Bezzeric

Es un día de incertidumbre y angustia 
abandonar el color del hogar amado, 
perecerá al desamparo perdido a la distancia
lagrimas derramadas, quebradas en el vació
de un hechizo de auroras presentidas.

Partir.

Atrás quedo Bol, el puerto, los barcos, las gaviotas
ver asomar el sol en el horizonte cada mañana
en los largos días aciagos de recuerdos y ausencias
cautivos de una aventura acaso sin destino
en una geografía incierta, desdibujada.

La isla de Brac, no habrá olvido en los corazones
añoranzas de goletas, de entradas y partidas,
la marejada rompe contra el muelle
prisioneras de las costas de Dalmacia;
la mirada se pierde en la bruma del anochecer.

Se alejan las aguas azules del Adriático
el navio aligera la marcha en su rumbo
el poder del viento hace henchir el velamen
partir, hacia tierras generosas prometidas.

De pronto.

En el amanecer de aquella ultima mañana
se diviso a lo lejos las costas Argentinas;
al atardecer la luna vagaba en el firmamento
tras la espera, la ansiedad los devoraba.

Acertados el navio aminoró la marcha
paro a lo lejos, lanchas y carros se acercan
a orillas del río, en un puerto sin puerto,
los navegantes hacen pie a tierra entre nativos,
a orilla la costa, las mujeres lavan la ropa
en lo que fue, la Santa María de los Buenos Ayres.

Al escalar, se llegó a ver la plaza Victoria
en el centro lucia una estatua ecuestre,
como telón de fondo el palacio de Tribunales
se nota en las calles volantas y tranvías,
renace la fe, encontrar un país pujante;
detrás se adivina misteriosa la ciudad gris.


Mausoleo

Su estructura la mole proyectada
pensada con dolor por pertenencia
guarda su figura vigorosa
morir, en una trágica emboscada
exalto la vida, desafió la muerte.

En medio de ángulos, muros tajantes
adormece en un sueño sus pupilas
en el mutismo de los tiempos, permanecer
en una conformación de formas plásticas.

Naufragan las palabras en los silencios
quedan flotando las voces en el vacio,
en el acontecer de los años, todo es historia
la vida es un engranaje que no para.

Hundirse en el aislamiento sombrío
del sepulcro de mañanas y noches
entre rectas, curvas, tantos grises,
la calidez de una rosa, la humanice.

Otoño 2011


Camino por la senda de los álamos
oigo el chirrear de las hojas secas,
al paso de mi cuerpo fatigado
la brisa las acerca a la enramada.

Se apaga la tarde con la primacía
de un otoño más, a mi integridad,
me dejo llevar por la belleza de los ocres
que trasciende la hegemonía del paisaje.

El viento baila sobre la arboleda
los troncos se abren a lo alto despojados
como figuras tétricas al espacio;
retomo la senda con otra mirada.

El aire se hace fresco, pega en el rostro
me acurruco en la calidez del abrigo,
así, en el sosiego del atardecer sombrío
regreso con ansias en busca de la casa.
¡Allá están ellos con sus quimeras!